jueves, 7 de enero de 2010

Gente de La India

La gente de la India es singular, las mujeres con sus típicos saris, su “tercer ojo” en la frente, los hombres sin usar desodorante, su piel morena y su mancha característica alrededor de los ojos hacen de la India el segundo país más poblado del mundo después de China, con una población aproximada de 1100 millones de habitantes, es decir, por cada mexicano hay diez indios en el mundo.


Aunque La India es actualmente potencia mundial, ya que su economía crece al año por arriba del 6%, situándola incluso por algunos analistas como la segunda economía con mayor crecimiento en el mundo en los últimos 5 años, detrás China, su elevada población hace que la repartición de la riqueza sea totalmente desigual, por lo que en sus calles se ve mucha pobreza.


Debo decir que aunque los indios son amables y serviciales, son muy poco educados. Pero al hacer esta aseveración debo confesar que en realidad no son mal educados, sino que simplemente no tiene los modales y cortesía de la gente de occidente, simplemente porque sus códigos de conducta son distintos a los nuestros. Allá la gente no se forma, no hacen filas, simplemente se aglomeran, rara vez piden permiso, no se bañan muy seguido y la gran mayoría no usa zapatos cerrados.


El indio tiene una manera muy peculiar de asentir, hace un ocho acostado o un símbolo de infinito con la cabeza, lo que hace chistosísimo verlos mover la cabecita en ese vaivén. Nos explicaron que para decir “sí” asienten como nosotros, para negar lo hacen también como nosotros, pero para decir “estoy de acuerdo” o como un OK, hacen éste peculiar movimiento ondulante. Pero lo que pude observar es que para el sí o el OK usan indistintamente éste movimiento.


Las mujeres de allá son también un caso curioso, pues por tradición y religión no enseñan ni los tobillos, pero sus saris dejan ver su vientre (o panza en muchos casos).


Es mal visto también que las mujeres usen pantalones, aunque en grandes ciudades es un poco más aceptado. Por otro lado, los hombres pueden usar faldas, enseñar pierna o vestir pantalones, e incluso ir tomados de la mano, sin que necesariamente sean gays.


La India es un país de hombres, en las calles por cada 50 hombres ves una mujer, y no es que no haya mujeres, sino que ellas se quedan en casa a cuidar a los niños y ellos salen a trabajar, cosa que sucedía aún en los países occidentales hace 20 años.


Las mujeres en si no son muy guapas, las verdaderas bellezas sólo las ves en la televisión india (que por cierto la TV india merece todo un apartado, es la cosa más rara y atípica que he visto en la caja enajenante), pero aun así se logran ver algunas mujeres guapas por las calles de vez en cuando.


En La India hay multiplicidad de etnias, religiones, castas y lenguas. Por lo que en común encontrarse con mujeres musulmanas usando la burka tapadas hasta el gorro conviviendo con budistas, hinduistas radicales y hasta cristianos.





Los Indios tampoco saludan de mano, saludan juntando las manos a la altura del pecho y usan el “namaste” para decir hola o adiós según sea el caso.
Otra cosa que me impactó fue que son gente muy pacífica, no cometen agresiones, a pesar de que en la grandes ciudades el trafico vehicular es todo un caos, parece Gandhi dejo un buen legado. Me quedé impresionado con los turbantes, las barbas y los sikhs, la belleza de los saris y sus colores espléndidos.


Todos los vendedores a las afueras de los lugares de interés turístico quieren venderte aunque sea algo, insisten, insisten e insisten, y a veces lo logran. Son bastante “agresivos” en el buen sentido de la palabra, es decir, si muestras interés en algo, probablemente acabes comprándolo, pues te muestran otras cosas, te insisten, te siguen, te acosan, te persiguen, te convencen y hasta probablemente te pidan que les digas a tus compañeros de viaje que también le compren. El regateo aquí es sencillamente un arte, pues cosas que inicialmente te las venden en 2000 rupias, si regateas astutamente, puedes llevártelas hasta por 100 rupias. En su inglés mal hablado y con acento hindi, a veces es prácticamente imposible iniciar un regateo y una transacción, pero al final, la compra se realiza.


Personalmente bauticé a La India como el país de la propina, pues prácticamente por cualquier cosa te piden propina: en los restaurantes, a los guías turísticos, a la gente que te toma una foto, la gente que se deja tomar una foto, los taxistas, los botones, los de las cobras, monos, elefantes, niños en la calle, los del templo hindú, los jardineros, y un largo etcétera, todos te piden propina, por lo que si algún día vas a la India, procura llevar cambio en rupias.


Poca gente habla inglés, y los que lo hacen dejan mucho que desear. La mayoría usa el Hindi o el Tamil, siendo que La India tiene 22 lenguas oficiales.
Los indios están orgullosos de serlo, tanto que en un sticker de un carro pude leer: Im proud to be an indian.


Algo de las cosas que aprendí en este viaje fue que el mundo se puede ver de manera muy distinta si naces en un país como éste. Realmente la gente nace con otros valores, con otras ambiciones, con otra concepción del mundo. Muchas veces nos cerramos a pensar que todo el mundo cree en las mismas cosas que nosotros o tiene las mismas aspiraciones que un occidental promedio tiene.


Allá la gente se mueve por motivos distintos y piensa que después de la muerte suceden cosas distintas, que la suerte o el destino o el karma son energías que dictan su vida, y al final, ¿Quién tiene la razón? Ellos con su 33 millones de dioses, los budistas con la liberación, los musulmanes con sus prácticas rígidas o nosotros los occidentales con nuestras virgencitas y nuestro Dios hebreo. O quizás los de la religión Bahai, los parsis o los sikhs, que son religiones bastante numerosas en la India. Ahí conviven todos.





Como leí en un restaurante de allá: Tenemos la firme convicción de que usted está aquí por que debía estar aquí, nada es obra de la casualidad, y el momento presente es el más importante, simplemente porque usted está aquí leyendo esto.


Para finalizar una aclaración: A la gente nacida en la India se les llama indios, no hindús. Los hindús son los que practican el hinduísmo como religión, y no toda la gente nacida en La India es hinduísta, por lo que la manera correcta de llamarlos es indios o indias. El idioma es hindi, tampoco es hindú.



































miércoles, 6 de enero de 2010

Animales de La India

La peculiaridad de la India con respecto a otras naciones es que sus animales andan libres por las calles, conviviendo con moto-taxis, autos, camiones, bicicletas y caminantes. Andan en los templos, palacios y mezquitas.
De sobra es conocido el carácter sagrado que tienen las vacas, los elefantes y los monos para los hinduistas, por lo cual, todos los respetan.
Las más numerosas por supuesto son las vacas, las cuales son de muchos colores, las hay cafés, negras, blancas, albi-negras, rojizas.
Los perros, aunque pocos, también alimentan el paisaje, así como las cobras bailarinas, las cuales aunque no haya en demasía, siguen estando en canastitas de mimbre y salen al toque de sus “encantadores”. Debo decir que esto del encantamiento de cobras es un mito, pues en realidad no salen por el sonido de la flauta, sino apenas por un toque muy peculiar que le dan a los reptiles, las cuales las hace pararse y simular que bailan. Aun así, el espectáculo es único.
Tuve oportunidad también de fotografiar la fauna de los 50 acres de extensión que tiene la Sociedad Teosófica en Adyar, la cual es muy diversa. Va desde monos, pericos, gusanos extravagantes, salamandras, ardillas, jabalíes, perros, gatos, murciélagos, vacas, peces, hormigas, aves exóticas y una serie de insectos. Todos andan libres, y parece todos respetan al ser humano y viceversa.
El indio es una persona muy respetuosa con los animales, en mi estancia en ese país no vi nunca maltrato hacia ninguna criatura, salvo por algunos golpes que les dan a los elefantes-taxis del palacio de Amber en Jaipur para que avancen por la empinada, al resto los respetan.
Caso curioso: no vi un solo caballo en La India, los que los sustituyen son los dromedarios y las vacas, e incluso en algunos casos los elefantes.
En cuanto al olor, pues en si La India es un país con olores fuertes, mucha población no acostumbra bañarse ni usar desodorante, el calor, la tierra, la niebla, el smog, el olor penetrante de las comidas condimentadas combinado con el de los animales, hace que una nariz sensible (como la mía) se dé un festín un tanto desagradable, pero como diría la sabiduría popular (yo la tomé de Mamá Tere): a todo se acostumbra uno, menos a no comer.
Debo confesar que al único animal al que le hice daño durante mi visita fue al terrible mosquito, los cuales se regodearon comiendo sangre mexicana de un blanquito como yo, y algunos murieron victimas de mis manotazos, otros se fueron libres a disfrutar de mi código genético por la India entera.


Elefantes "taxi" en el fuerte de Amber en Jaipur.



Monos en Agra.



Las vacas sagradas de la India.


Concha de caracol en Adyar.


Cabra en Fatehpur Sikri.



Las famosas cobras encantadas.



Par de perros tomando la siesta en Adyar.



Antílopes y gansos en Agra.



Murciélago en un palacio de Fatehpur Sikri.



Palomas en Jaipur.



Par de dromedarios.



Catarina negra (¿Mariquita morena?)



Periquillo verde en Adyar.



Extraño cienpiés.



Hagan su vaquita.



Monos en el palacio de Jaipur.



Looking for food friend?



You wanna come for a ride?



Otro exótico bichito en Adyar.



Mamá cabra y su cabrito en Mahabalipuram.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...